Amistad

Querida amiga, sé que tú vives tu vida, sé que hace mucho me dejaste atrás, sin ningún motivo decidiste dejar nuestra amistad. Entiendo que la dirección de tu vida es distinta a la mía, ¿pero no pueden dos personas mantener amistad aunque no salgan con la misma gente?, sé cual es la respuesta, pero me duele saberla, sé que con otras personas lo haces, antes existía la escusa de vivir lejos, ¿dime amiga ahora cual es la excusa?, no me entiendas mal no estoy enfadada contigo pero me duele. No es las primera vez, duele que alguien decida perderte porque si, pero es algo que ya he superado en otras ocasiones, a veces es inevitable otras ha sido obligatorio, pero es triste que sea así. Si hay algo que he aprendido en estos años, es que puedes mantener amistades, con aquellas personas que te calaron hondo, que aunque las circunstancias han cambiado siguen ahí, intrínsecas aunque no las veas a diario, personas que viven vidas distintas, viven hacia otro lado pero cuentas con ellas, de vez en cuando las ves, charlamos y te das cuenta que nada ha cambiado, seguimos siendo esas que compartíamos y seguimos compartiendo. Y se que ellas estarán ahí si me caigo, sé que estarán ahí cuando levanto, cuento con ellas y ellas saben que pueden contar conmigo. Es un código de lealtad sin haberse escrito, algo que nos une, un hilo transparente que se cosió en algun momento del camino que nos anuda; Y a pesar de la adversidad, el tiempo ha demostrado que nada podrá con nuestra amistad. Y me encanta saberlo, me encanta tenerlas. Pero luego están esas otras que deciden que si no vas en el mismo camino se apartan de ti, decidieron cortar los lazos y permanecer lejos para siempre, sin nada que decir, mas duro que si hubiesen muerto. Quizás inconscientemente se alejan, pero otras sé que fueron a conciencia, decidieron perderse, perderme. Y yo me pregunto, ¿cuánto vale para ellas la amistad, nuestra amistad? ¿Siempre aposté más yo?. Hoy he entendido que perteneces a este grupo, y me duele muchísimo, porque siempre creí que serias del otro. Pero al fin y al cabo son decisiones que tomamos, que respeto.

Te perdono

Te perdono, no porque me pediste perdón, porque no lo hiciste, no porque aquello, al recordarlo, no me cause dolor, porque sigue doliendo. Te perdono porque el tiempo me ha dicho que lo haga, porque el tiempo me dejó el suficiente tiempo para que mi herida se curara, te perdono porque en el fondo no he dejado de quererte, te perdono por las cosas buenas que has hecho y sé que seguirás haciendo. Y aunque injusto o no, haya sido, aunque no crea haberlo merecido, te perdono. Y me cuesta perdonarte, pero más me cuesta no hacerlo. Te perdono porque aun después de todo se que me quisiste y me quieres, te perdono porque hoy encontré la paz para perdonarte, y mi corazón no se equivoca

Como pájaro enajulado Todo empezó cuando todo termino. Un día el sol me hizo ver con claridad, todos saben que con claridad se piensa mejor (que buena amiga es esta claridad..jeje). Aquel día me di cuenta que las estrellas se veían incluso a plena luz del día. Y comencé mi camino, un camino muy rudo y agotador, el de acabar. Porque quien pone fin a la historia también sufre, te encuentras mas espaldas volteadas y menos manos que te sostengan. En mi caso fueron muy pocas aquellas manos. Pero pude sujetarme a malas penas con mis propios brazos. Reme hasta poder salir del mas bravo mar, costo salir a flote. Pero como cualquier tempestad después siempre viene la calma. Y Cuando al fin salí, mojada pero entera. Me dí cuenta que caminaba sin rumbo dejando me llevar. Que era como un pájaro sin brillo dentro de una jaula de cristal, con barrotes imaginarios que no me dejaban volar. Y allí permanecí unos años hasta aquel maravilloso día que al fin percibí esa luz, como si nunca antes me hubiese dado, como si jamás me hubiera iluminado. Aquel día algo en mi se puso en marcha y gracias a esa luz, hoy soy quien soy. Y aunque no soy mas que un granito en esta infinita arena. Puedo decir que ya nadie da los pasos por mi. Que los caminos que piso siempre son los que elijo. Sí doy rodeos es porque elijo darlos, sí me equivoco de camino es porque solo yo cometí el error. Y pase lo que pase son mis pies los que caminan.